¡Dios! Me escondía

¡Dios! Me escondía, y me buscabas. Te buscaba, y te escondías. ¡Señor! Hasta que un día te cruce por el Camino, y con sólo verte me entusiasmé. ¡Seductor! “¡Te seguiré!”, te propuse y me obligué, sin pensarlo demasiado. ¡Maestro! Me advertiste que no tenías rancho ni cama, pero no me importó. ¡Amigo! Me miraste al… More ¡Dios! Me escondía