Volver incesantemente a la realidad profunda de tu pequeñez y grandeza

… volver incesantemente a la realidad profunda de tu pequeñez y grandeza, es una constante conversión… ¡son tantas las «cosas» que te distraen, que pretenden arrebatarte tu bien!… sin embargo, en la misma medida en que adhieres a la verdad profunda, a tu vida interior, puedes liberarte de lo que quiere apartarte o alejarte… pareciera que la «calamidad» es más fuerte, pero no, es mucho más débil… en suma, depende de la perseverancia de tu adhesión… lo más hondo, lo más interior y viviente, no requiere diplomas, ni preparaciones, ni estructuras… requiere la apertura del corazón a su paisaje infinito, a la gratuidad y a la vida que recibes incesantemente como don… estás donde en verdad eres… la #rosasinporqué está donde la gratuidad, porque su vida es gratitud… ¿estás donde eres?, ¿te conviertes incesantemente a tu realidad profunda?… (con el Evangelio de hoy, San Marcos 16,15-18)…