Vendrá la prueba, llegará la cruz

… vendrá la prueba, llegará la cruz… vendrá porque decidiste amar, amar en serio y no así nomás… decidiste amar hasta el fin, decidiste no darte por vencido, seguir caminando porque solamente probar no te fue suficiente… viste claro que dar un paso más significaba no tener todo controlado y confiaste en el horizonte que la gratuidad dibujaba a su manera en tu corazón… vendrá la prueba, llegará la cruz, ya lo sabías aunque en momentos pienses que quizás hubiera sido mejor no saberlo… algo te decía que compartir la vida con otros sería lindo pero ingrato, que el dolor de los que peor la pasan tocaría tu comodidad… vendrá y con ella aprenderás, vendrá y la entenderás mal si te acompañan ganas de acurrucarte en un rincón esperando que pase el temporal… vendrá como oportunidad, nunca como desgracia aunque tengas que hacer frente a la inseguridad… si el amor te escogiera y se dignara llegar hasta tu puerta y ser tu huésped, ¡cuidado con abrirle e invitarle, si quieres ser feliz como eras antes!… despertará en ti deseos que nunca podrás olvidar, te mostrará estrellas que nunca viste antes… te hará compartir, en adelante, el peso de su dolor… ¡listo!, fuiste al no abrirle… ¡qué pobre, si al amor lo echaste de un portazo!… ¡qué bueno si le abriste!, aunque cayendo mil veces, te levantas una vez más… la #rosasinporqué se mantiene de pie sobre su tallo lleno de espinas, y a quienes la contemplan les ofrece la gratuidad como la mejor fragancia de la vida… ¿renuncias a amar por miedo al dolor?, ¿aunque mil veces caigas mil veces te levantas?… (con el Evangelio de hoy, San Juan 19,25-27)…