… vas a las apuradas porque quieres terminar, ¿cuál es la urgencia?… ¿sacarte de encima eso que haces sin pasión ni corazón?, ¿ganar algo o a alguien?… todo es rápido, eficiencia y cosas por el estilo… quisieras llenar uno u otro vacío, conquistar un nombre, un lugar, hacerte valer, o que te dejen en paz… si, si, quisieras «valer», ganar, en una eterna competencia… pero, ¿quién eres?… si has sido creado a imagen y semejanza de Dios, ¿dónde estás, aquí o en tu origen?… ¿quién eres, pues?… sólo eres en el que Es… entonces, ¿cuál es la urgencia de esos «trabajos»?, ¿ser «otro», diferente?… tu vida está escondida en un misterio de gratuidad… esto significa que estás propiamente en ella, que ¡tú mismo eres gratuidad!… ¿qué más quieres?, ¿títulos, competencias ganadas, aplausos, saber ahora lo que no sabes ni supiste ayer, uno o dos premios?… ¡quédate en el silencio de tu nuevo nacimiento, de tu verdadero origen!… la #rosasinporqué sabe de dónde viene y adónde va: su origen es la gratuidad y su meta la gratitud… ¿cuál es la urgencia que llevas y te impide disfrutar la vida de los tuyos y la tuya misma?, ¿sabes de dónde vienes y adónde vas?… (con el Evangelio de hoy, San Juan 7,40-53)…