Una «ley» constante en esta vida de gratuidad es aprender siempre de la obediencia

… una «ley» constante en esta vida de gratuidad es aprender siempre de la obediencia… sea que te ejercites en recordar, sea que retengas, en profundidad, lo que alguna vez supiste o recibiste… hay tesoros que llevas sin prestarles demasiada atención… no es “obedecer” el problema, sino el rumbo, los zigzags de tu mente y de tu corazón… es urgente una “libre obediencia” a la verdad y una “obediente libertad” en el amar… no es el «entorno», ni el «medio» lo que da sentido y valor a tu vida… quizá tengas la «tentación» de los momentos y de los lugares «ideales» para sentirte mejor y recibir no sé qué certificado de «seguridad» y de acierto… lo importante no son los «lugares», a veces harto accidentales… es necesario que sigas adelante, a veces entre esas dificultades que no preveías o con desilusiones en tu equipaje… descubre el valor de lo pequeño de cada día, y respétalo… adelante, pues, que cada uno ha de «morir en su ley»… la #rosasinporqué obedece a las pequeñas cosas que la ligan a la tierra y al cielo, así es libre para alcanzar la plenitud… ¿tienes problemas con la obediencia o con la libertad?, ¿valoras las pequeñas cosas que debes cumplir todos los días?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 5,17-19)…