Todavía no has dejado esas «ambiciones», ni el deseo de «mandar»

… todavía no has dejado esas «ambiciones», ni el deseo de «mandar»… y sigues identificando tu despótico querer con la razón y la verdad, todavía juzgas que «debes hacer» esto o aquello para «merecer» el aplauso de Dios y de los hombres, todavía sigues implacable, herido y molesto por las viejas llagas que jamás cicatrizan… y por ello te mortificas, sufres y haces sufrir a tantos otros… has juzgado alguna vez que tu autoridad es definitiva, que representas a Dios y que Dios se ha ido de vacaciones y tú tienes en tus pobres manos los resortes de la justicia y de la razón… te parece que tu «jurisdicción» es sacra, sigues tu derrotero sin detenimientos porque Dios parece callar… pero no es así, te equivocas… no dispones de las cosas a discreción según tu antojo, no puedes arrollar a personas ni a cosas… abandona tu feroz «ego» y baja a tu corazón… desciende, calla, observa, detente, aprende a escuchar, la historia no comienza contigo… ¡sin compasión no hay vida!… respeta y alégrate por el bien de los otros y no porque hagan esto o aquello… la #rosasinporqué posee la autoridad del servicio de la gratuidad, por eso no manda ni se empodera… ¿cómo vives tu autoridad para, con y por los tuyos?, ¿tu autoridad es servicio o poder?… (con el Evangelio de hoy, san Mateo 16,13-19)…