¿Por qué temes los días peores?

… ¿por qué temes los días peores?… ¡vaya pregunta!… y sin embargo quisieras liberarte totalmente de ese extraño peso que te detiene en los lugares imprevistos… sí, es la verdad, temes la adversidad, la enfermedad, el desconsuelo, el fracaso… ¡tantas cosas!… pero es preciso, en cualquier circunstancia, que levantes el ánimo aferrándote a esa «gratuidad», a esa «energía» que proviene de lo alto, de lo ancho y de lo bajo, y te da vitalidad… ¡ánimo y coraje ante lo que no comprendes y durante las horas de dolor!… ¡huye de los malos humores y de las broncas escondidas!, no dejes que te contaminen… esta vida es provisoria o, mejor, es camino dichoso a la definitiva… trabaja una y otra vez en esta decisión de «cultivar» la esperanza, que es la hermanita menor de la gratuidad… no todo lo que ocurre es mal ni va mal, ¡eleva la mirada!… trata de escuchar lo que se da, lo que se te da, aunque duela el corazón y el cuerpo, aunque asome la enfermedad… la #rosasinporqué no reniega de las espinas en su tallo, la gratuidad le permite ofrecer cada día la hermosura de sus pétalos al viento… ¿temes los días peores sin disfrutar lo que hoy se te da?, ¿haces lo posible por no amargar con tus bajones la vida de quienes viven contigo?… (con el Evangelio de hoy, San Marcos 1,29-29)…