¿Te han encontrado, alguna vez, unos ojos que al mirarte te diste cuenta que tu vida vale la pena?

… ¿te han encontrado, alguna vez, unos ojos que al mirarte te diste cuenta que tu vida vale la pena?… ¿ten han tomado, alguna vez, de la mano y en el calor del gesto has descubierto latir la vida y tener muchas ganas de compartirla?… ¿te han cobijado, alguna vez, unos brazos y en el abrazo mismo has pedido percibir que te aman sin pedirte nada a cambio?… ¿han puesto, alguna vez, una mano sobre tu hombro y has sentido que te tenían confianza y te animaban a no darte por vencido?… tal vez has pasado tu vida haciendo muchas cosas buenas, pero aún te encuentras vacío, como si faltara no se qué, o quién, para ser feliz… y redoblas los esfuerzos y los méritos, y nada… es que no se trata de hacer tan solo “cosas buenas”, sino hacer que “las cosas sean buenas”… “acumulas” obras, y vives apegado a ellas… ¡anímate a dejar que unos ojos te miren!… ¡anímate a que te tomen de la mano!… ¡anímate a que te abracen!… ¡anímate a que te sostengan y animen!… ¡déjate amar y verás!… la #rosasinporqué se deja amar gratuitamente y es inmensamente feliz, no vive pendiente de lo que tiene que hacer… ¿vives acumulando y amontonado obras y méritos?, ¿te dejas amar y amas?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 19,16-22)…