Tal vez, solo tal vez, lo que necesitas ahora es un abrazo

… tal vez, solo tal vez, lo que necesitas ahora es un abrazo… un abrazo que dure toda tu vida, que no sea ocasional, circunstancial… un abrazo verdadero, gestado entre destellos y pérdidas, entre instantes de júbilo y otros de amargura… un abrazo en el que el amor gratuito sea la clave a tiempo entero… un abrazo en el que, por más que vuelvan una y otra vez los fantasmas de soledad y de esas miserias que te atormentan, puedas sentir con confianza… un abrazo que te hable de una gratuidad que se niega a rendirse, que sigue apostando a las oportunidades… hoy es el día, ahora es el momento, de dejarte abrazar… ¡pero anímate a devolver el abrazo como un niño!, aunque tus brazos sean tan cortos que no llegues tú a abrazar, ¡déjate abrazar!… por más que agoreros y profetas de calamidades te inviten a negarlos… da lugar, ya mismo, a un tiempo de abrazos, que te hablen de los que te aman, no de los que te usan y abusan de tu confianza, embaucadores afectivos que solo gesticulan con muecas… un abrazo prolongado, gratuito, que no te asfixie, sino que te diga “¡yo te amo!, ¡yo te tengo confianza!”… la #rosasinporqué se deja abrazar por la gratuidad, por eso experimenta y vive de y en la confianza verdadera… ¿te dejas abrazar por los tuyos y los abrazas?, ¿te diste cuenta que solamente se mantiene el abrazo si hay confianza?… (con el Evangelio de hoy, San Marcos 10,13-16)…