Suenan en la lejanía, y en la cercanía, no sabes qué clamores que se levantan de la fatiga

… suenan en la lejanía, y en la cercanía, no sabes qué clamores que se levantan de la fatiga y de la lucha cotidiana que no acaba… buscas y buscas, pero la verdad es que no encuentras, salvo tropiezos y desilusiones… es increíble con cuanta soltura se miente hoy, y el “hombre” deja que lo vean distinto de cómo es en realidad… músicas fúnebres o músicas de fiestas, según la ocasión… ¡porque, tristemente, la «realidad», la verdad, no importa!… por eso no hay estima alguna por la gratuidad o por el silencio… es urgente que salgas, como don Quijote y como Martín Fierro, y no te dejes engañar ni sujetar por la necedad imperante… aunque quedes solo… sí, en soledad inédita, insospechada… siempre te levantará la plegaria que supera y trasciende cualquier mentira… pero, ¿es posible vencer tanta hipocresía?… sí, en la medida en que no te detengas en los acechos de un camino ya superado… lo que murió ayer, ya está muerto… es inútil insistir sobre lo que no es, sobre las mentiras, el relato y las fantasías… la #rosasinporqué vive de, en y con la realidad, por eso es plenamente libre y veraz desde la gratuidad… ¿bailas según la música que te pongan despreciando la realidad?, ¿buscas la verdad o la conveniencia?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 11,16-19)…