«Si no te vuelves como este niño», invitación llena de sentido, que el Señor te dirige hoy y siempre

… «si no te vuelves como este niño», invitación llena de sentido, que el Señor te dirige hoy y siempre… pero ¿se trata de una especie de esfuerzo, de efectivo voluntarismo, para transformarte, tal vez según un método, en lo que ya no eres?… no es eso, porque ese «niño», éste «niño», ya vive en tu corazón… es la pureza de ese nacimiento virginal de Dios y en Dios, es tu condición verdadera, escondida y no manifiesta sino luego de esa aventura de vida y de gracia que puede llamarse «descenso al corazón de la gratuidad»… sí, claro, descenso hacia una realidad escondida, reencuentro con el Don por excelencia… cada uno es convocado gratuitamente a la existencia como un elegido… cada uno es único, y se halla -si quiere- en esa profundidad dichosa… cada uno va por la vida con el secreto, su secreto -descubierto o no- siempre inefable… ¡ojalá cultives esta vocación admirable de ser siempre niño, y niño pequeño!… no te conformes con lo que «se dice» o lo que «se aprueba» o «se aplaude»… vuelve a ser niño, vuelve a casa… la #rosasinporqué no desprecia su condición niña, y niña pequeña, la gratuidad le permite disfrutar tener que dar las gracias a todo, a todos, y siempre… ¿qué vas a hacer cuando llegues a ser al fin un niño?, ¿has descubierto esta vocación admirable que te lleva a vivir la gratuidad en todo?… (con el Evangelio de hoy, san Mateo 18,1-5.10.12-14)…