Servido para servir

… servido para servir, mirado para mirar, escuchado para escuchar, acariciado para acariciar, abrazado para abrazar, amado para amar… de las entrañas del encuentro nace el servidor… encuentro con Dios, que gesta al servidor en oración… encuentro con los demás, que lo gesta en acción… el servicio no nace de ideologías y abstracciones, sino del encuentro con la realidad… antes que la necesidad amanezca, ya el servidor está velando para poner en movimiento vida y corazón… sin imponer un modo o una dirección, sino acompañado con alegría, sencillez y paciencia, sin quejas, sin lamentos, sin reproches… servicio que es vocación, servicio que es misión… ¡atención!, aprendiz de servidor, que un tornado repentino de expectativas ajenas te puede arrancar de la tierra y elevarte sobre ti mismo y poner a girar tus raíces en el aíre estéril con la obsesión de los vientos… aprendiz de servidor, ama tu pequeñez, tu impotencia, el humus fértil que te configura, sé un servidor humilde de lo posible y en un silencio lento cultiva el misterio de lo imposible, y termina el día siempre agradecido… la #rosasinporqué es servidora de la gratuidad, se adelanta cada mañana para despertar a sus amigos… ¿eres un servidor quejoso y amargado?, ¿dónde abrevas para servir mejor?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 17,7-10)…