¡Se trata de abrazar la realidad y no las fantasías!

… “caminante peregrino”, la pedagogía divina no consiste en hacerte caminar sobre el agua… sino en introducirte y afincarte en el secreto del abandono… en lo no «espectacular publicable», sino en soportar la ausencia de “comprobantes”… ¿soportar?… en realidad se trata de adoptar la hondura del silencio, que es algo más que la falta de los ruidos molestos…

… pequeño y buen amigo, pequeña y buena amiga, se trata de abrazar la realidad y no las fantasías… es lo que exige el «peso» de tu humanidad… y debes llevarla con gozo y alegría… tu Señor llevó la Cruz, y el Misterio de la Cruz es, también, el misterio de tu humanidad… ¿te decides a asumirla, al menos en la parte que te es dada?…

… en el abandono y en el silencio se descubre este luminoso intercambio… esta «relación» entre lo que llevas y la seriedad de tu redención y elevación… en esta hora de la historia no hay ya espacio para los «carteles», pues es necesario velar directamente con el Señor y sumergirte en su Oración… o, mejor, dejarte introducir en ella…

… entonces, ¡vamos!… ¡arriba!… ¡allí donde te encuentras ponte de pie y respira hondo!… con la “pequeña oración” de la mañana, y de cada momento, te es dada una fuente… y contemplas el tenue hilo de agua pura que corre entre piedras pequeñas y salpica, con gracia, las verdes hojas… flores encendidas, más allá, entre el césped, sobre la tierra húmeda… perfume fresco del amanecer, tierra mojada, canto de luz, que se desliza, como fina mano, en las cuerdas de un arpa, tocando, delicadamente, los árboles del bosque… realidad, no fantasía… desayuna y matea con la Verdad del “pan del día”, (Mateo 14,22-36: “… hombre de poca fe… ”)…