Salir al encuentro del que viene

… salir al encuentro del que viene preparado el camino, allanado los senderos, despejando los obstáculos… salgo a buscarte, Señor, y sé que Tú me buscas a mí, distraído y extraviado… no llevo nada para el encuentro y, así, están mis brazos listos para todo abrazo… aguardo ansioso el momento como un enamorado, pero sufro la demora como todo pobre que pasa hambre y sed, desnudez expuesta, soledad poblada de aullidos no habitada… ¿acabará por diluirse al fin todo mi cuerpo en el abrazo que necesita soltarse para crecer en la distancia?… ¿acabará por extinguirse alguna vez toda prisa urgente para que mi vida se asiente en la pausa?… ¿acabará por vaciarse algún día toda palabra estrujada que necesita distenderse para llenarse en el agua?… sólo Tú, Señor, prisa, abrazo y palabra… sólo Tú, Señor, pausa, distancia y agua… Tú te acercas cada día más… y yo, todos los días en mi andar entre huellitas y picadas, levanto la mirada pispeando el horizonte por si llegas, ¡porque sé que llegarás!… la #rosasinporqué prepara cada día los encuentros vistiéndose de gratuidad, alegría y paz… ¿preparas con diligencia los encuentros?, ¿aguardas con ansias, esperas con esperanza?… (con el Evangelio de hoy, San Marcos 1,1-8)…