Sábado de silencio, de soledad… murió el Hijo, murió Jesús

… sábado de silencio, de soledad… murió el Hijo, murió Jesús… “…María, ¡vaya vida la tuya!… cuando dijiste ‘hágase’, ¿pensabas en esto?… sospecho que no, aunque también sospecho que igualmente hubieses aceptado… no caben muchas palabras ante tu imagen esta semana… una madre rota, el dolor atravesado de ver a un hijo destrozado y, sin embargo, seguir ahí, al pie de la cruz, esperando…”… María es el prototipo de la mujer del Sábado Santo, capaz de esperar en la hora del silencio, capaz de mantener la esperanza en ese tiempo intermedio, entre la noche oscura y el amanecer radiante… de María no constan grandes palabras ni discursos, ni elaboradas profecías, sólo que estuvo ahí, siempre… y así te habla de algunas dimensiones vitales que hoy siguen siendo imprescindibles: la aceptación, la firmeza, el silencio fértil, la valentía, la aceptación sin regodeo de lo que la vida tiene de cruz, y la fe en la promesa de lo que aún ha de llegar… la #rosasinporqué se parece a María, siempre fiel y agradecida… ¿cómo vives los dolores y las cruces de los tuyos?, ¿sabes, puedes, esperar contra toda esperanza?… (hoy no hay Evangelio, la Palabra está sembrada, está en el sepulcro)…