¡Renueva tu sí de amor a tu Amor y a tus amores!

… “caminante peregrino”, tus jornadas te deparan innumerables sorpresas… sorpresas que no quisieras de ninguna manera y contradicciones que te dejan perplejo… no aguardabas tal o cual respuesta… te parece imposible éste o aquél fracaso… pero ahí está no sé cuál adversidad que se apodera de tus horas y te deja en un insospechado silencio…

… pequeño y buen amigo, pequeña y buena amiga, una vez más percibes el Misterio que te enseña que la vida no se agota en tus medidas ni en tus ilusiones… otra vez el desengaño actúa como lanzamiento para una búsqueda nueva… aunque tenga la tonalidad de siempre… y un empujón que te abre a la esperanza… no es el camino así… ni éste, ni aquél… simplemente todo es mayor y no abarcas nada o esas medidas que trazas o imaginamos son muy pequeñas…

… andar en fidelidad enamorada es, ¿andar con los ojos cerrados?… no, no es eso desde luego… pero sí andar «abandonado» y desprendido de las promesas y premios del mundo, que nunca son lo que ilusionabas ayer… limpidez y transparencia en la Presencia de Dios… sin desánimo seguir los senderos que te llevan a lo alto, aunque parezca que no llegas o que no te sirven ya… todo sirve y es útil según la fidelidad y adhesión de ese corazón que no dejará de latir…

… entonces, ¡vamos!… ¡arriba!… ¡allí donde te encuentras ponte de pie y respira hondo!… con la “pequeña oración” de la mañana, y de cada momento, renuevas tu sí de amor al Amor y a tus amores… no adulteres tu amor primero, regresa a él una y otra vez… no adulteres los gestos, las palabras, las miradas, las caricias… vive en fidelidad enamorada… desayuna y matea con la Verdad del “pan del día”, (Mateo 19,3-12: “… que el hombre no separe lo que Dios ha unido… ”)…