… quien vive de la gratuidad tiene vocación de «aurora», de encontrarse y descubrirse vivo en el amanecer, en la primera claridad de la mañana… es aquí, en esta diáfana hora, cuando se revela el origen de todas las cosas, es el nacimiento de la gratuidad en tu corazón… hazte fuerte en la esperanza y aprende a «ver» más allá, la aurora no es avara ni miente… mientras la avaricia y la duda siembran desolación y angustia, tú has de dejar que amanezca la vida… ¡qué plenitud en este instante, qué hondura en este ahora!… supera cualquier imaginación, cualquier sospecha, hasta cualquier deseo!… cuando se abre el secreto de la aurora, vives naciendo y no vives muriendo… y no hay ya palabras, ni lenguaje alguno capaz de expresarlo… silenciosamente se abre camino una convicción, una luminosa certeza, encendida en el mismo origen, en la misma fuente, en el don recibido, en el don que sabes recibido… no hay pruebas, ¿para qué?… ¿cómo se te ocurre probar que estás vivo si vives?… la #rosasinporqué no necesita demostrarse que vive, le basta encontrarse gratuitamente con la aurora cada mañana… ¿valoras el nacimiento nuevo de cada mañana?, ¿vives naciendo o vives muriendo?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 1,57-66.80)…