Qué tienen que tener mis ojos

… ¿qué tienen que tener mis ojos para que vean lo que es y no lo que me imagino, pienso, ideologizo o deseo?… veo lo que brilla, y pienso que es oro… veo un acontecimiento, y fantaseo un relato o un cuento… veo a alguien y no reconozco al hermano, sino que lo califico como competidor, “otro”… leo los Evangelios, Señor, veo lo que enseñaste e hiciste, pero no te vivo como mi Maestro y el Hijo amado del Padre… “ustedes me han visto y sin embargo no creen”… si los ojos no están con la mente y el corazón, verán con la necesidad, los prejuicios, la ambición, la avaricia, la ideología… a veces, Señor, iré distraído, y a mi vera serás Peregrino ignorado, ¡Tú hazte notar!… puede que vaya sumido en fracasos, rumiando derrotas, lamentando golpes, arrastrando penas, sin ver el sol radiante, la vida que bulle, tu mano tendida, ¡Tú toca mi hombro, e importúname!… acaso, perdido en palabras, no escuche tu voz desvelando lo escrito en el cielo, en la historia, en el acontecer de cada día, ¡Tú no dejes de hablar!… quizás no te lo pida, no te abra la puerta, ni me dé cuenta del hambre que me atenaza, pero ¡Tú, quédate en mi casa!… tal vez, al reconocerte, te quiera retener a mi mesa, apresando el instante… y, ¡Tú te irás, de nuevo!, dejando en mi pecho el fuego de mil hogueras, y la alegría de un reencuentro… la #rosasinporqué todo lo ve desde la gratuidad, por eso ve las cosas de verdad como son… ¿con qué están conectados tus ojos para ver?, ¿eres capaz de cambiar tu mirada si ves que estás equivocado?… (con el Evangelio de hoy, San Juan 6,35-40)…