¡Qué contradictorio es el hombre de hoy día!

… ¡qué contradictorio es el hombre de hoy día!… ¿o lo ha sido siempre?… se baila con la música que se impone desde afuera y los movimientos son de marionetas de cartón, papel o trapos… no hay música interior que recree porque no hay silencio… ¿silencio?… si el silencio siempre pide “espera” y hoy todo es impaciencia… entonces, ¿qué?… ¿deberé considerarme “vencido” porque me resisto a bailar con tanta farsa?… mi vida, a pesar de mis contradicciones, no es vida sin Ti, Señor, en Quien me muevo, existo, amo y sirvo… ¿quién podrá, entonces, apartarme de la vida verdadera?… ¿será mi ambigüedad que quiere gobernarme desde las hambres oscuras de mi yo clandestino?… ¿será el quebranto que rompe de repente mi salud y mi proyecto contagiando incertidumbre?… ¿será la seducción que brilla como ángel en el Olimpo estelar de los famosos?… ¿será el rumor que sentencia y descalifica la audacia del amor liberado de las modas?… ¿será el poder que no ha previsto en sus leyes la novedad de Dios que sorprende los programas?… ¡nada ni nadie me apartará del Amor que se regala!… silencio, ayúdame, en la espera… la #rosasinporqué sólo baila con la música interior de la gratuidad, sus movimientos no son descompasados ni contradictorios… ¿dices algo y haces otra cosa?, ¿obras como piensas o como te imponen?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 11,16-19)…