¿Por qué temes los días peores?

… ¿por qué temes los días peores?… quisieras liberarte de ese extraño peso que te detiene en los lugares imprevistos… sí, es la verdad, temes la adversidad, la enfermedad, el desconsuelo, el fracaso… ¡tantas cosas!… pero es preciso, en cualquier circunstancia, levantar el ánimo aferrándote a esa «corriente de gratuidad», a ese «aire fresco» que proviene de lo alto, de lo ancho y de lo bajo, y te estrecha en sus brazos… ¡ánimo y coraje ante lo que no comprendes y durante las horas de desconcierto!… ¡es muy mucho!, ¡muy grande lo que esperas!… cuán grande sea el objeto de tu esperanza, la certeza de tu esperanza, no puedes expresarlo ni decirlo… ¡huye de los malos humores y de las broncas escondidas!… esta vida es provisoria o, mejor, es camino dichoso a la definitiva… trabaja una y otra vez en esta decisión de «cultivar» la esperanza, que es infundida por Aquél a Quien esperas y de Quien todo lo esperas… no todo lo que ocurre es mal ni va mal… eleva la mirada, trata de escuchar lo que se da, lo que se te da… aunque duela el corazón y el cuerpo, aunque asome la enfermedad o la adversidad… ¡ánimo, levanta la cabeza!… la #rosasinporqué vive levantando siempre la mirada, la gratuidad no le permite andar por la vida con la mirada por el piso… ¿en qué consiste tu esperanza?, ¿vives levantando siempre la cabeza?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 21, 20-28)…