¿Planes, antojos?, son palabras quizá demasiado torpes

… ¿planes, antojos?, son palabras quizá demasiado torpes… lo que importa es que de nuevo, ¡y con un «de nuevo» grande y confiado!, te hallas directamente en la gratuidad… sí, directamente, y con gran alegría, aunque ayer te hayas encontrado perdido, extraviado, desterrado… o las «novedades del día» sean contradictorias y nada «gratas», y presagien más tormentas… puedes estar en paz y llenarte de gozo, porque la gratuidad salió a buscarte y, aunque no tenía tu dirección, ella te encontró… con ella te puedes «reír» de las torpezas de tu entorno, ese entorno que no te contuvo y te dejó, te abandonó… en la gratuidad hallas tu refugio y siempre tu vida… en la gratuidad ves lo que no distingues cerca de ti todos los días… sin ella no sabes qué nuevas luces se suceden, para pintar un paisaje aún no descubierto… más cerca o más lejos, con alegría y dicha encendidas, los caminos se abren con ella donde no sospechas… ¡cuántas lágrimas, ayer, aguardando lo que no siempre llega, esperando sin espera, encendiendo una lucha sin fuego!… amigo y amiga de la rosa, ¡sigue en pie, aunque todo te parezca lejos!… ¡no sabes qué tan cerca te encuentras de la gratuidad!, ¡no imaginas las sorpresas que sólo ella con su presencia gesta!… la #rosasinporqué se llena de una alegría desbordante cuando encuentra a alguien que hace de la gratuidad su fuente y cima… ¿te llenas de alegría cuando encuentras a un ser querido que habías como perdido u olvidado?, ¿sales a buscar con pasión y tenacidad a amigos que se hayan ido de la amistad y de tu vida?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 15,1-10)…