Pesimistas crónico los hay, y muchos

… pesimistas crónico los hay, y muchos… optimistas compulsivos los hay, y muchos… pero hay anemia de esperanzados… ante las alarmas de destrucción, espera a que crezca el árbol y te dé sombra, pero abona la espera con tus hojas secas… ante los anuncios de sequías, espera a que brote el manantial y te dé agua, pero despeja tu cauce de memorias enlodadas… ante los profetas de calamidades, espera a que apunte la aurora y te ilumine, pero sacude tu noche de postraciones y sudarios… ante el desaliento y el cansancio, espera a que llegue lo que no sabes y te sorprenda, pero vacía tu casa de todo lo enquistado… y al abonar el árbol, despejar el cauce, sacudir la noche y vaciar la casa, la tierra y su lamento se abrirán a la esperanza… la #rosasinporqué no se deja vencer por las malas noticias, la gratuidad la invita cada mañana a esperar con frescura y confianza las sorpresas de la vida… ¿vives angustiado porque un día las cosas terminaran y no emprendes nada?, ¿eres un pesimista crónico o un optimista compulsivo sin darle lugar a la esperanza en tu vida?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 21,20-28)…