A pesar del tiempo y del espacio, a pesar de los fantasmas y, quizá, de los engaños que tu misma porfía engendra

… a pesar del tiempo y del espacio, a pesar de los fantasmas y, quizá, de los engaños que tu misma porfía engendra… a pesar de lo que sea, sigue el camino de tu corazón que toda valla y toda frontera atraviesa… ¡sólo la bondad te entrega la belleza!, la belleza que, de otro modo, no llega… la belleza que no haya cabida en las estructuras tan duras que te rodean… camino del corazón por la belleza que todo lo dice, que todo lo expresa, que todo lo canta, que todo lo recibe… bondad que es perpetua sonrisa, silencio que sabe de lágrimas también de dicha… bondad, sin duda, que te llama y te eleva… es muy lindo saberte de camino «más allá»… y a pesar de lo que parezca, ¡no estás lejos!… algún día te asombrarás ¡tanto! al comprobar que estabas ¡demasiado cerca!… despréndete de cuanto te aprisiona… con confianza, suéltate y abuénate… que si tanto y mucho te aferras quedarás irremisiblemente atado sin pasar la frontera… ¿pasar la frontera?, ¿no será que ya estás del «otro lado» y no acabas de darte cuenta?… la #rosasinporqué goza de una belleza ética que brota de la gratuidad y abuena a quien la contempla… ¿tomas a mal que otros sean buenos?, ¿es tu belleza ética o sola y tristemente estética?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 19,30 – 20,16)…