Has «partido» y vas “ya” de viaje

… has «partido» y vas “ya” de viaje… pero el camino, sea cual sea, no te ahorra las «sorpresas»… contabas con esto y no contabas con aquello… llevabas la suposición de que «todo» seguiría las normas, se sometería a los principios y, así, dabas por supuesto un clima coherente y una aceptable situación… sobre todo “allí”, donde se supone que hay más orden y seriedad… pero ¡esas sorpresas!, ¡la aparición de lo «no-previsto»!… tu, como los discípulos de Emaús, reprochas al Señor que no haya «restaurado el reino de Israel»… ¿cómo puede ser?, ¡contabas con ello!, aguardabas al menos eso… pero «Yo te digo»… resuena en tu corazón esta palabra portadora de tanta luz… «has oído que se dijo», «pero Yo te digo»… y, entonces, clamas: “¡Señor, llévame a la gratuidad!”… y el Señor te responde: “¡aquí la tienes, estas en ella!”… y replicas: “¿cómo, que no la veo?”… y el Señor, de nuevo: “¿no la ves?, ¿no descubres que te encuentras en ella, en lo más profundo y mayor que pudieras soñar?… me pedías un ‘juguete’ y Yo te he dado la Realidad”… la #rosasinporqué se deja anunciar la gratuidad, por eso abre sus ojos a la realidad… ¿pones tu esperanza en fantasías y en proyecciones de tus deseos sin aceptar la realidad?, ¿dejas que se te hable al corazón para encenderlo y así se te abran los ojos de adentro?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 24,13-35)…