Palabras que hieren, gestos que hieren

… palabras que hieren, gestos que hieren… existe una honda y misteriosa “flagelación” en los azotes que llegan a través de expresiones, de términos, de actitudes, de amenazas, de descuidos, de olvidos o negligencias… más pronto a reconocer las agresiones de ruidos estridentes, de sonidos que no dejan dormir, dejas de lado esas otras que sacuden tus días… poco importa la “dimensión” del mensaje, ¡es su intensidad lo que cuenta!… puedes hacer tanto mal y ¡tanto bien! cuando valoras la intención profunda de tus actos y de tus reacciones… sin respeto y sin delicadeza el trato humano se degrada hasta perecer… no son los “dardos” vengativos, por lo general causados por el resentimiento, los que en verdad dañan, sino la malicia del “poder” que avasalla y atropella… la lucha victoriosa del bien siempre es silenciosa y poco aparente, sin estrépito, carente del propósito de lastimar o de fastidiar… la #rosasinporqué no lastima ni fastidia, la gratuidad la lleva a buscar con delicadeza lo que hace bien a los demás… ¿buscas el bien en tus acciones o haces las cosas a la ligera?, ¿eres delicado y atento o atropellas y avasallas?…. (con el Evangelio de hoy, San Marcos 7,14-23)…