Ojalá tus “manos perdonadas” sean delicadas y sepan tomar sin jamás aprisionar

… ojalá tus “manos perdonadas” sean delicadas y sepan tomar sin jamás aprisionar, que sepan dar sin calcular y tengan la fuerza de bendecir y consolar… ojalá tus “ojos perdonados” sepan ver la necesidad y no olviden nunca lo que a nadie deslumbra, que vean detrás de la superficie para que los demás se sientan felices por tu modo de mirarles… ojalá tus “oídos perdonados” sepan oír la voz suave de Dios y perciban muy claramente el grito de los afligidos, que sepan quedarse sordos al ruido inútil y la palabrería, pero no a las voces que llaman y piden que las oigan y comprendan aunque turben tu comodidad… ojalá tu “boca perdonada” dé testimonio del Amor y no diga nada que hiera o destruya, que sólo pronuncie palabras que alivian, que nunca traicione confidencias y secretos, que consiga despertar sonrisas… ojalá tu “corazón perdonado” sea templo vivo del Espíritu y sepa dar calor y refugio, que sea generoso en perdonar y comprender y aprenda a compartir dolor y alegría con un gran amor… la #rosasinporqué se sabe perdonada gratuita y abundantemente, por eso vive reconciliada con la vida y con todos… ¿reconoces el inmenso amor que se te tiene y que es gratuito e inmerecido?, ¿perdonas de corazón o conservas una memoria con heridas no purificadas?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 18,21-35)…