… no ves “resultados” y lo más propio es que no puedas sacar nada de todos ellos… ¿te sientes tan mal porque no logras trabajar en lo que deseas, porque «otros» no te atienden, o porque los «responsables» te ignoran?… es lo más frecuente y casi una ley de la “gracia participada”… sin embargo, sufres por considerar que has quedado marginado e infecundo, sobre todo cuando aquellos, que están más “arriba”, se llevan los premios… ¡cuántos se juzgan fracasados e inútiles, porque sufren esa «desatención» indiferente!… pero, siempre surge un «pero», la obra de Dios, Su “trabajo”, no es así… la felicidad del hombre es la obra de Dios, Él “trabaja” sin descanso por tu felicidad, es decir para que “hagas Su voluntad”… porque “hacer la voluntad de Dios y ser feliz es lo mismo”… no dudes del “trabajo” del Padre cuando tú no puedes más que ofrecer y adorar… el Señor puede ver por tus ojos, servir con tus manos y amar desde tu corazón… la #rosasinporqué es feliz, porque intenta hacer todo gratuita y agradecidamente… ¿dejas que Dios “trabaje” en tu vida?, ¿eres feliz haciendo lo mejor posible la voluntad de Dios?… (con el Evangelio de hoy, San Juan 5,17-30)…