… no te detengas en la “ilusión”, amigo y amiga de la rosa… ¡solo en el amor gratuito!, que es la realidad… ya has descubierto esa «maravilla» donde reside tu «identidad»… ¿pretendes encerrar en «determinaciones» tuyas, en cálculos y deducciones, «aquello» que así te es dado, en el misterio inefable del amor?… decía un poeta que las altas montañas son un estado del alma… ¿caes en la cuenta de que esos horizontes sin límites se abren desde el paisaje interior?… es verdad que cuando desaparecen las «fronteras» un cierto temor te invade… pero ya no es hora de pretender «dominios» porque todos desaparecen, tampoco es tiempo de «seguridades» ni de conclusiones forzosas… tu corazón ahora se descubre donde ama y también, desde luego, donde todo amor le es brindado… ahora puedes decir: «te amo con el amor con el cual tú me amas»… por eso cuando buscas el terreno seguro para pisar fuerte, éste se esfuma… no puedes caminar por donde ya no vas… quizá estuviste alguna vez allí, pero ahora no, ya no, porque en la gratuidad no hay sendas determinadas… son los instantes del vuelo y del relámpago, las llamadas del amor… la #rosasinporqué se sabe amada gratuitamente, por eso permanece hermosa amando como es amada… ¿pones la seguridad del amor en el que tu das, siempre insuficiente, o en el que recibes, siempre mayor y desbordante?, ¿te molesta que te pregunten si amas tanto pensando que eres inmune a la traición?… (con el Evangelio de hoy, San Juan 21,15-19)…