No te dejas encontrar, ¿de qué o de quién te escondes?

… no te dejas encontrar, ¿de qué o de quién te escondes?… tal vez piensas que sea mejor así, pero te pesa no sé qué pasado… ¿qué pasa?, ¿acaso aguardabas algo o a alguien que no llegó?… tal vez ilusiones tuyas, tal vez un sueño que ya pasó… considerabas ayer que esa «presencia» ilusionada te era debida y, con ella, el «reconocimiento» correspondiente… pero no ha sido así y quizá nunca lo sea… lo que aguardabas “así” no te pertenece, ni interesa a tu bien verdadero… tú no eres “eso”… que quede muy claro: ¡tú no eres eso!… ¡tú eres Quien te mira y ama!… sólo la gratuidad amable, hoy y siempre, te dirá lo que no sospechas… espera, entonces, un poco más, deja a Dios ser Dios en ti, Él te encontrará “debajo de una higuera”… deja que la gratuidad te encuentre, ¡y verás cosas más admirables todavía!… y llora todas las veces que quieras… pero, también, sonríe y canta… la #rosasinporqué llora, sonríe y canta, nunca se esconde de la gratuidad que la enamora… ¿te dejas encontrar por los tuyos?, ¿de quién te escondes y por qué?… (con el Evangelio de hoy, San Juan 1,43-51)…