No te aflijas por las respuestas demoradas, son las más frecuentes

… no te aflijas por las respuestas demoradas, son las más frecuentes y también las más aguardadas… “¡quiero respuestas!”, chilla el impaciente… “¡quiero lo que se me antoja ya de una vez!”, grita el consumidor compulsivo… pues si quieres lo que quieres, renuncia de una buena vez a lo que sea… si renuncias puedes llegar a todo, precisamente a lo más alto… la nobleza más alta es aprender a decir que «no» cuando has lustrado en demasía tus zapatos… el ignorante nunca queda conforme y sigue consultando y preguntando detrás de las paredes… necesita asentar sus supuestos poderes y, para seguir mandando, engaña y se engaña… demasiadas «modas» se agolpan a tu alrededor, todas pujan por ganar espacio… ¿te tienes por «poderoso», eficaz o sagaz?… así sólo caerás ahogado en tus propios revoltijos… vuelve serenamente a la simplicidad primera, ¡no impongas tu antojo!… recuerda que es muy poco lo que sabes y, después de todo, eso no interesa… por ello descansa ahora… y verás, el silencio y la gratuidad te lo dirán todo… la #rosasinporqué no vive asida sino a sus raíces, la gratuidad la hace libre de dependencias dominantes y esclavizantes… ¿has aprendido a dejar para ser más libre?, ¿vives atado a mil cosas y eres en realidad un esclavo sin cadenas?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 16,24-28)…