No sospechaba que fuera tan importante vivir

… no sospechaba que fuera tan importante vivir, distraído dejé pasar la vida en tonterías y, ahora, que veo a tantos morir, caigo en la cuenta las gracias que perdí… no sé qué hacer, Señor, con estas ansias de vida, que me van devorando cada día… si pretendo frenarlas, ya no vivo… si las dejo correr, ¿adónde me llevan?… Tú eres la vida, mi Amigo, yo sólo un hilo de tu fuente… manar, correr, verterme, sin mirar dónde, cómo y a quiénes… ¡derramarme!… y a los pies de mi hermano, de cualquiera, estrellar mi alabastro y dejar que la casa se empape toda del perfume barato, que te traigo… ¿eso es vivir?… pues esto es lo que ahora ansío: ¡el morir a mi muerte!, ¡el no acabarme Contigo, Pan, por dar, entre mis manos… y, cuando haya partido, continuaré, manando de tu fuente, lo aprendido: muero, siempre que vivo y vivo, siempre que muero… por eso, Señor, ámame más para quererte, búscame más para mejor hallarte, desasosiégame, por no buscarte, desasosiégame, por retenerte… pódame más, para más florecerte, desnúdame, para no disfrazarte, enséñame a acoger, para esperarte… ¡y mírame en todos, para en todos verte!… ¡por los que no han sabido sospecharte, por los que tienen miedo de encontrarte, por los que piensan que ya te han perdido!… por todos los que desesperan ante la muerte, quiero cantarte, Amor, agradecido, porque siempre acabas por vencerme… la #rosasinporqué medita sobre la muerte y la vida, entonces, valora el don gratuito de vivir… ¿te detienes a meditar sobre la vida y la muerte?, ¿vives como si nunca morirías?… (con el Evangelio de hoy, San Juan 11,1-45)…