No hay que amenazar a los pájaros

… no hay que amenazar a los pájaros para que canten, ni vigilar a los trigales para que crezcan, ni espiar la semilla para que se transforme en el secreto de la tierra… en su dosis exacta de luz y color, de canto y silencio, nos llega la vida sin notarlo, don incesantemente tuyo, Trabajador sin sábado, Dios discreto… ¡para que tu infinitud no nos espante te regalas en el don en que te escondes!… no hay que pensar en tu Gloria para que Miguel combata y la defienda, ni hay que llamar a Gabriel para que siga trayendo la alegría de la Buena Noticia, ni debemos invocar a Rafael para que consuele nuestras vidas… en un exceso de perfección y de belleza, de oración y de servicio, nos envías a tus arcángeles sin notarlos, gesto de tu Amor insospechado, Artista y Médico sin fronteras, Dios delicado… ¡para que tu celo no nos asfixie te haces presente en los ángeles que nos mandas!… la #rosasinporqué experimenta una presencia espiritual que la defiende, alegra y consuela, en la gratuidad que la sostiene… ¿reconoces la acción de los ángeles de Dios en tu vida?, ¿valoras lo que tu Dios valora al enviarte a sus ángeles?… (con el Evangelio de hoy, San Juan 1,47-51)…