No hay mayor firmeza ni seguridad que la gratuidad vivida

… no hay mayor firmeza ni seguridad que la gratuidad vivida… sí, de la gratuidad vivida ahora mismo, no la de ayer, no la de mañana… no vaciles, pues, en tu corazón, la gratuidad ahonda tu existencia… clamor secreto y escondido, alegría muy grande cuando sabes descubrir cuál es tu destino, tu vocación, tu vida toda en la acción de gracias… y no porque no tengas problemas o dificultades… la grandeza y la paz no está, ni estará nunca, en que «hagas» cosas, sino en que las realices dando gracias… ¡unidad inefable entre gratuidad y gratitud que todo lo trasciende y eleva!… ¿cómo hablas?, ¿en qué idioma?, ¿en qué tono?, ¿de qué forma?… ¿es tu palabra una historia, o son las cosas que otros dicen?, ¿es lo que está escrito o lo que trae el viento?, ¿eres susurro o vendaval?… ¿hablas con un lenguaje que no pasa, o con palabras siempre nuevas?… ojalá escuches la voz de la gratuidad, ¡que te envuelva y te ilusione!, que cale tan hondo en tu corazón que no puedas seguir sentado… que esa voz, en tu interior, se convierta en bandera y refugio, en motivo y juramento, en esperanza y acción de gracias… la #rosasinporqué habla con palabras de gratitud porque vive de la gratuidad, y por eso disfruta de la unidad… ¿son tus palabras acordes a los sentimientos profundos de tu corazón y a las convicciones de tu vida?, ¿sabías que el que no vive como piensa termina pensando como vive?… (con el Evangelio de hoy, San Juan 10,22-30)…