… no entorpezcas tu vida prestando atención a las banalidades de la moda, a esas «murmuraciones» o reclamos de atención de tantos desorientados… acepta las limitaciones y las dificultades pero, de ningún modo, te detengas a considerar lo que no tiene espacio en la vida agradecida… el verdadero testigo de la gratuidad no necesita ni quiere recordar «poderes», ni pierde el tiempo en afirmarse invocando presuntos derechos… nada de «ley del más fuerte»… si has abrazado la gratuidad, has despertado al inmenso paisaje de la aurora en tu corazón… testigo es quien ha visto y oído, quien ha tenido experiencia verdadera de algo y puede dar testimonio cierto de eso que ha experimentado… testimonia, pues, el don de la gratuidad que es tu vida… la #rosasinporqué ha experimentado la gratuidad, con su hermosura es testigo de lo que ella ha hecho en su vida… ¿de qué o de quién das testimonio con tus palabras, gestos y actitudes?, ¿hay coherencia entre tus palabras, gestos, actitudes y obras?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 24,46-53)…