Muchos son los que persiguen un mayor tesoro o, simplemente, el camino adecuado

… muchos son los que persiguen un mayor tesoro o, simplemente, el camino adecuado, en peregrinaciones y en determinados lugares… otros siguen largos aprendizajes, o cursos especializados, en procura de la idoneidad necesaria… ¿lugares, tiempos?… sin duda todo es interesante y recomendable, según la vocación de cada uno… según la ambición y la riqueza que uno priorice en su vida, liberándose o esclavizándose… para el amigo y la amiga de la rosa hay un lugar y un tiempo, un particular «santuario» que dispone y enseña y abre a una experiencia única… la «pobreza que permite la gratuidad de y en todo»… y, claro está, no la «pobreza» así no más en «abstracto»… es una dimensión insospechada… reconoce el valor de esos pasos de renuncias voluntarias que te abren una perspectiva y te introducen en un ámbito que no sospechabas ayer… es el camino del don que transforma y transfigura, es camino, verdad y vida, es día y es noche… es ésta una vocación y un sentido, pero que no has de buscar a propósito y por sí misma… sólo cabe recibirla y ascender humildemente y en silencio por sus peldaños, porque su mayor riqueza es que sólo la conoce Dios… la #rosasinporqué no ambiciona otra riqueza que la pobreza que le permite recibir gratuitamente todo de todos y darlo de la misma manera… ¿en qué consiste la riqueza que ambicionas en esta vida?, ¿es una riqueza que te encadena a sólo tus egoísmos y mezquindades o es una riqueza que te hace libre para servir y vivir para los demás?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 19,23-30)…