Muchas veces estás doblado como un signo de interrogación que espera la respuesta

… muchas veces estás doblado como un signo de interrogación que espera la respuesta, al ritmo urgente del deseo tan tirano… pide que la gratuidad enderece tu pregunta y la haga ¡un signo de admiración agradecida!… muchas veces estás hueco como la palma de la mano hecha un cuenco, para recibir el agua sin demora… que la gratuidad distienda tus dedos de mendigo ansioso en un ágil gesto de baile y alabanza… muchas veces estás curvado como un anzuelo que busca afilado, con su seguridad de acero, la presa tangible como pago justo a su esfuerzo tenso… que la gratuidad ablande tu rigidez en el suave mecerse del sedal sobre las olas… cuando acoges el don y su misterio, ¡la alegría y la paz son los signos de que estás en lo cierto!… la #rosasinporqué no pide ni reclama signos, al vivir agradecida la evidencia de la gratuidad se manifiesta en la alegría y la paciencia… ¿pides y reclamas signos para creer?, ¿vives curvado y replegado sobre tus intereses y necesidades?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 11,29-32)…