Los niños saben recibir sin más, los grandes nos demoramos en contar, pesar y medir

… los niños saben recibir sin más, los grandes nos demoramos en contar, pesar y medir… por eso es una buena noticia si se ha roto tu balanza, si te es muy difícil contar, pesar o medir… puedes recuperar la capacidad niña de simplemente recibir… puedes muy bien «recibir», sin comentarios, ni reclamos…* sin atender, ¡con tanta brusquedad consentida!, el valor contingente de tantas cosas… es que no sabes «lo que recibes»… *cuando recibes sin más te encuentras indefenso, estás desarmado… y eso es muy bueno para el amigo y la amiga de la rosa… Dios da y da más allá de esas estrellas que te fascinan y que se apagan siempre*… nada llevas que pueda competir eficazmente con todo lo que has recibido… nada en verdad puede otorgarte sensaciones de triunfo o de victoria… «nada sobre nada»… *tu «biografía», labrada y tallada por la gracia divina, no se asemeja a nada, sino que es, ella misma, portadora de un valor incomparable, único, que sólo a Dios corresponde… tu vida es un don increíble, ¡y la recibiste gratuitamente!*… tu vida es un misterio insondable y, contemporáneamente, inmenso regalo de Dios… *la “rosa sin porqué” se reconoce niña que recibe sin reparo el don que la hermosea tanto*… ¿andas contando, pesando y midiendo todo el día y te privas de recibir simplemente?, ¿buscas madurar hasta ser niño o envejeces quedándote en grande?… (con el Evangelio de hoy, *San Marcos 9,30-37*)