¿Cómo lograr la «paz» en medio de los sobresaltos y angustias?

… ¿cómo lograr la «paz» en medio de los sobresaltos y angustias?… aunque ya sabes que siempre amanece aunque esté nublado, aún dudas… las pruebas son beneficiosas, y la quietud es consecuencia de un corazón que confía y que sabe que puede y, muchas veces, debe resistir… ni las circunstancias, ni las porfías, ni los disfraces de quienes empuñan cetros de oro, de hierro o de hojalata te quitarán la paz si sabes que también tu misión escondida es resistir, esperar, confiar… confiar, en efecto, y permanecer, libre de ataduras y de compromisos… amiga y amigo de la rosa, huye del «compromiso» barato, o de lo que te haga «quedar bien»… si has de ser fiel a la verdad y a tu conciencia, actúa dignamente y con honor… “creí que el amor es encuentro y te hallé sentado en el brocal deseando vernos… creí que el amor no es a sueldo y te vi ante el lobo arriesgando tu pellejo… creí que el amor nace tierno y te hallé hecho niño entre pañales y henos… creí que el amor ve más lejos y te encontré en la puerta confiando mi regreso… creí que el amor no es ajeno y te vi en la mesa con todos compartiendo… creí que el amor perdona al que se acusa reo y te escuché en la Cruz diciendo: ‘Padre, que los perdones, quiero’… creí y así te hallé, misericordioso y bueno…”… la “rosa sin porqué” confía a pesar de las tormentas y, en medio de ellas, regala gratuitamente su hermosura… ¿te dejas asaltar por la adversidad y pierdes la paz de tu corazón?, ¿ayudas a los tuyos a que confíen aunque esté nublado?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 7,1-10)…