Llora el amor la pérdida del amado, de la amada

… llora el amor la pérdida del amado, de la amada… y busca en los recuerdos las migajas y las hilachas, tratando de llenar el vacío y de retener la nada… se extraña la voz y el tono de la misma, se extrañan los ojos y las miradas… “¿quién pronunciaba mi nombre como él, como ella, que encendía nuevo el corazón en ascuas, e invitaba a la negra noche a transformarse en alborada?”… ¿quién?… “¿adónde te escondiste amado / y me dejaste con gemido?”… ¿quedará la Pascua en unas lágrimas y en un recuerdo?… pero la Pascua empieza ahora, ahora es el tiempo de la verdadera búsqueda… ahora es el tiempo de poner nombre y rostros al servicio, a la pasión, a los hágase… ahora es el momento de pensar en qué consiste tomar la cruz y seguirle en las noches oscuras y en los días radiantes… no dejes que la Pascua se convierta en una mueca más en tu catálogo de experiencias, no dejes que sea una experiencia de consumo… Él vive y te quiere vivo… la #rosasinporqué reconoce todas las mañanas la voz de la gratuidad, enjuga sus lagrimas y salta de alegría… ¿has dejado la Pascua archivada en los lindos recuerdos de tu vida o la estás viviendo?, ¿tienes el corazón, los ojos y las manos llenos de Pascua?… (con el Evangelio de hoy, San Juan 20,11-18)…