Lleno de alegría, das las gracias

… lleno de alegría, das las gracias… y alabas… y reconoces el lugar del Otro y de los otros… y si quedas en segundo lugar, no te importa, no te sientes mal, ni postergado, ni olvidado… es que la alegría es propia de los humildes… la alegría es el rostro sereno de quien ha encontrado su lugar en la vida, y lo disfruta, y sabe hacer fiesta con sus amigos… el soberbio no sabe nada sobre la alegría, siempre maquilla su tristeza con muecas de plastilina… el soberbio ignora al Otro y desprecia a los otros y quiere siempre el primer lugar… la alegría no se fabrica, no se compra, no se maquilla, tampoco se gesta por una decisión tuya… la alegría es “consecuencia” de una vida llena que desborda como el agua fresca de su fuente… la gratuidad y la gratitud van tomadas de la mano por su hermanita menor que es la alegría… la alegría es propia de quien vive en la esperanza cierta… sonríe quien espera… nada causa más alegría que la alegría de los niños, que recién despiertan a la vida, y la alegría de los ancianos, que ya han vivido y comparten sus heridas… ama y desea, desea y espera, y ¡desborda de alegría!… la #rosasinporqué es la alegría de la gratuidad y de la gratitud, su fragancia llena el día con su presencia no invasiva… ¿desbordas de alegría?, ¿te alegras con las alegrías de los tuyos?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 10,21-24)…