Llega un momento en la vida, “el” momento, “la hora”

… llega un momento en la vida, “el” momento, “la hora”, en que la identidad profunda de tu ser se te revela… y junto con ella, y en ella, descubres tu vocación y tu misión… entonces, en un instante, que recoge todos tus días de incertidumbre y de dudas, se te revela luminosamente quien en verdad eres… y todo ese padecer, y todo ese soportar, y toda esa larga espera se carga de un significado fecundo… y las lágrimas se vuelven sonrisas, y los gemidos se hacen canciones, y quedan atrás las noches en suave amanecer… ¡y tu muerte se vuelve vida!… si, momento impredecible para tus cálculos, pero predecible en Quien te soñó y ama… cuando “seas levantado en alto” tu vida resplandecerá con lo que llevas en el corazón… cuando seas sometido a la soledad, al dolor y al escarnio, sabrás quien eres por lo que has amado y consagrado tu vida… pero no esperes “ese” momento, esa “hora”… vive ya, desde ahora, sin más de más… la #rosasinporqué no espera a los pimpollos para vivir apasionada en la gratuidad… ¿vives apasionada e intensamente tu vida o vives regateando y pichuleando?, ¿has tenida ya experiencia de tu hora descubriendo quién en verdad eres?… (con el Evangelio de hoy, San Juan 8,21-30)…