¿Lavarme Tú los pies a mí?

… “¿lavarme Tú los pies a mí?”, ¿qué es este desorden donde el maestro se vuelve discípulo, donde el señor hace lo de los siervos y donde el pastor es oveja?, ¿qué clase de amor es este que se inclina y humilla?, ¿qué tengo yo que tanto mi amistad procuras?, ¿puede, acaso, el barro lavarse, perfumar y brocherear?, ¿puede el pan ser más que pan y el vino más que vino?, ¿será la cruz escuela y el darse recibirse?… antes que cante el gallo te fallaré mil veces… confundiré seguir con soñar, y así, en fantasías sin sentido, olvidaré tus enseñanzas… me distraeré en peleas sin causa, defendiendo trincheras que a nadie importa tomar… perderé el tiempo en laberintos absurdos, mientras Tú esperas en el pobre y en el necesitado… me dormiré, distraído por canciones, mientras tu voz, clamando en mil gargantas, no consigue abrirse paso hasta mi ruido controlado… buscaré atajos para evitar la entrega… tal vez te niegue, pero Tú sabes que no es rechazo, es solo miedo… miedo a perder, miedo a sufrir, miedo a arriesgar, miedo a vivir, miedo a cambiar… lávame los pies, para que con tu gesto aprenda a servir desde el amor entregado… hazme sacerdote para eucaristizar a mis hermanos, que sea tan sólo pan en Tus manos… la #rosasinporqué se deja amar, y así ama gratuitamente a los demás… ¿lavarás los pies a los tuyos?, ¿cómo vivirás estos días?… (con el Evangelio de hoy, San Juan 13,1-15)…