Las palabras te dicen, te cantan

… las palabras te dicen, te cantan, te expresan, te enraízan, te fecundan, te abren, te crean, te alimentan, te relacionan… oyes, con ellas, el fondo de la partitura que te sostiene entrelazado en esta humanidad terrible y hermosa… hueles el aroma del tiempo que te modela… tocas la llaga que te avisa el estar vivo… cuando puedes saborear las palabras y degustar sus matices, emerge una sabiduría que con sólo mirar contemplas… la poesía se hace carne y hace visible el rostro de Dios y los rostros de los hermanos… las lágrimas y las sonrisas se vuelven poesía, los dolores y los sueños se vuelven poesía… tu vida es un poema que debes aprender a recitar con el corazón… en el horizonte ves lo que no distingues cerca de ti todos los días… allá lejos no sabes qué nuevas luces se suceden, para pintar un paisaje no descubierto… más cerca o más lejos, con alegría y dicha encendidas, los caminos se abren donde no sospechas… el cielo está muy abierto, levantando más arriba el ánimo y el corazón… ¡cuántas lágrimas, ayer, aguardando lo que no siempre llega, esperando sin espera, encendiendo una lucha sin fuego!… ¡sigue en pie, aunque parezca lejos!… no sabes que está tan cerca, no imaginas las sorpresas que sólo Dios con su Presencia gesta… la #rosasinporqué es el poema de la gratuidad vivida… ¿descubres la poesía que explica tu vida?, ¿dejas que los contrastes se armonicen, los vacíos se completen?… (con el Evangelio de hoy, San Juan 7,1-2.10.14.25-30)…