Las manos y los ojos prolongan el corazón

… las manos y los ojos prolongan el corazón… por eso las manos de las madres acarician con suavidad y sus ojos miran con ternura… las manos de María de Luján son como la tierra de la pampa, lo que se siembra en ellas germina, brota, crece y florece… en el almácigo de Tus pequeñas manitos pampas, sembramos, Madrecita de Luján, toda confianza, nuestras esperanzas, semillitas ensoñadas… los ojos de María de Luján son como el cielo despejado de la pampa, lo que se mira por ellos es diáfano, límpido, no contaminado… en el horizonte de Tus achinados ojitos pampas, oteamos, “la más linda”, todo sueño, deseos postergados, solcitos ensoñados… pequeñas manitos de pampa argentina, fecundadas por la Gracia, humedecidas de tantas lágrimas, vuelve, otra vez, a pedirnos: “¡Argentina: canta y camina!”… achinados ojitos de pampa argentina, alargados por la espera, cansados de tantas vueltas, pídenos: “¡Argentina: canta y camina!”… la #rosasinporqué quiso quedarse en la pampa Argentina, y desde allí agradecida nos dice “¡canta y camina!”… ¿vives al alcance de las manitos y de los ojitos de María de Luján?, ¿eres agradecido con la Madre?… (con el Evangelio de hoy, San Juan 19,25-27)…