Lamentas, muchas veces, carecer de fervor

… lamentas, muchas veces, carecer de fervor… pero ¿de qué se trata en realidad?… ¿se trata de dar a otros un gusto o de dártelo a ti mismos?… el «fervor» pretendido puede resultarte una especie de prueba de que eres tal y tal cosa… y así te consuelas… pero el camino es otro, la intención profunda carece de premios… ella arriba a su destino por una gracia que no probaras como satisfacción por tu parte… es posible que dónde te encuentras padezcas la sed y no logres darte cuenta que estas cara al cielo… es verdad que la plegaria es un consuelo incomparable, pero no la cuentes en tus estadísticas… el respiro no te premia, simplemente por él vives… en tu plegaria no te escuches… ve, encamínate a la gratuidad, y en ella encontrarás todo alivio y consuelo, simplemente y directamente… la #rosasinporqué va confiadamente a la gratuidad, y en ella encuentra toda luz, sosiego y descanso… ¿dónde vas a descansar tus cansancios y agobios?, ¿sabías que quien verdaderamente ama no se cansa ni cansa?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 11,28-30)…