La vida es preciosa, y tu vida y la vida de los otros tiene que ser una fiesta si vives en gratuidad

… la vida es preciosa, y tu vida y la vida de los otros tiene que ser una fiesta si vives en gratuidad… te han invitado a la vida, ¿aceptas o rechazas la invitación?… te han invitado a compartir la alegría de quien se alegra por la vida de los suyos, ¿desprecias la invitación?… te han invitado a que festejes la alegría de quien te invita, ¿dejas pasar la invitación?… solo la gratuidad te permite valorar la invitación gratuita que permanentemente se te hace a disfrutar la vida… si aceptas la invitación es que aún puedes amar más… ¿por qué afincarte en innúmeras complicaciones, persiguiendo «seguridades» estrechas y ámbitos con aire acondicionado?… no estás invitado a dar vueltas y vueltas!… ¡estás invitado a responder y a arrojarte en el mar inmenso de la gratuidad… ¿dudas?… pareciera, a veces, que reclamas más pruebas, que no te conformas así no más, y esto es un error… la vida no se fabrica, ¡la vida es don o no es vida!… la #rosasinporqué acepta sin más la invitación gratuita a la vida, y hace fiesta por la vida de los demás… ¿agradeces y festejas la invitación a la vida?, ¿te resulta la vida de los demás una carga, un fastidio y un problema?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 22,1-10)…