“La unión hace la fuerza”, pero no garantiza la victoria

… “la unión hace la fuerza”, pero no garantiza la victoria… además, ¿para qué quieres la fuerza?… si para triunfar hace falta la fuerza, entonces es cuestión de poder y de domino, y no de amor y de servicio… en la unión permanecen las partes con sus diferencias, y los conflictos estarán siempre presente… hay partes irreconciliables entre sí y, entonces, la unión será forzada… y si existe empatía entre ellas, habrá que esmerarse en lubricar las relaciones para que las fricciones no estropeen la unión… lo que importa es la “unidad” más que la “unión”… en la “unidad”, las partes se integran en un todo sin confundirse en aras de un bien mayor… no hay mayor firmeza ni seguridad de la que tienes en la gratuidad… sí, de la que tienes ahora mismo, cuando dejas que tu corazón se unifique por el Don que recibes… la grandeza y la gloria no está, ni estará nunca en que «hagas» cosas, sino en que las realices en el Corazón del Señor… la #rosasinporqué es una, la gratuidad la unifica en la paz, en la alegría y en el don de ella misma… ¿buscas la unión en detrimento de la unidad?, ¿procuras tener un solo corazón una sola alma, un sólo espíritu?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 11,14-23)…