La necesidad de edificar una “falsa fortaleza” para controlar y gobernar no es nueva

… la necesidad de edificar una “falsa fortaleza” para controlar y gobernar no es nueva… es triste, muy triste, comprobar que el hombre se apega a su propia estupidez, a veces con un mayúsculo perjuicio del cual no puede liberarse fácilmente… el agradecido, de paso por el bosque, ha perdido su senda y no puede ya eludir su propio error… ¿es preciso comenzar de nuevo?… no, no se trata de eso… es preciso, en cambio, perseverar con confianza y no temer asaltos ni amenazas… más allá, o más aquí, “toda ciencia trascendiendo”… lejos de reparos, “deja tus cuidados entre las azucenas olvidados”… abandono y fortaleza… es ya ocasión y luz de la aurora… hay quienes «empujan» para ganar más y lo pierden todo… déjalos perder, que bien les vendrá… que tu llanto y tu plegaria sean fecundos, ¡y lo serán cuando tú no lo sepas!… vuelve a tu corazón, aunque nadie se dé cuenta… no perteneces a ninguna comparsa, de esas que hacen ruido y todo se lo creen… permanece agradecido, cerca, muy cerca de Quien te ama y no te la creas… la #rosasinporqué no presume de su belleza, la gratuidad la hace sencilla para mantenerse en humildad agradecida… ¿en qué consiste tu fortaleza?; ¿presumes de alguna ciencia y por eso vives desparramando consejos?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 16,13-23)…