La necedad se apodera con harta frecuencia de los escenarios descoloridos de estos días

… la necedad se apodera con harta frecuencia de los escenarios descoloridos de estos días y parece ser la última palabra en el tiempo de la confusión, ¡pero no es así!… fantasmas y máscaras, con pretensiones de ferocidad, ensayan sus muecas, aunque sólo frente al espejo, porque carecen de horizontes límpidos y grandes… sigue a pesar de todo, no prestes atención alguna a lo que carece de ser y de profundidad… recuerda, una y mil veces, que no puedes ser sometido por nada, ni por nadie: ¡tu corazón está abierto en la gratuidad a la eternidad!… abre de par en par las ventanas de tu conciencia y rechaza con energía las pretensiones de los entrometidos… respétate y respeta, sobre todo, tu libertad… no son los timoratos los que llevan la razón y sólo saben desatar funestos entredichos… defiende tu libertad siempre, sin temor ni vacilaciones… sé valiente y no dejes que los poderosos y los mezquinos arruinen tus días… la #rosasinporqué no se deja esclavizar por la mezquindad ni por la pretensión de poder, ella es libre y sencilla anclada en la gratuidad… ¿vives esclavizado por tus gustos, caprichos e ideologías?, ¿sabías que es libre no el que no tiene dependencias sino el que sabe ordenarlas sabiamente en su vida?… (con el Evangelio de hoy, San Juan 8,31-42)…