“La meta, el fin, es lo primero en la intención

… “la meta, el fin, es lo primero en la intención y lo último en la ejecución”… ¿quién no sabe esta verdad de vida?… y, sin embargo, pareciera que para muchos no existen los caminos, los procesos, que llevan a la consecución de los deseos y propósitos… ¡todo lo quieren ya!… la compulsión inmediatista hace que vivan a estertores de sucesos y de eventos, como si los mismos lo fueran todo… pero, la verdad, es que muchas veces no hay “fin” ni “meta” que surjan de un sereno discernimiento de lo que quiero en la vida… y muchas veces se cargan culpas y responsabilidades a las circunstancias o a las decisiones de los otros, como si la propia decisión careciera de importancia… “principio y fin”, “comienzo y final”, y “fundamento” en lo que se debe hacer para unir los extremos… “de dónde vengo, a dónde voy, y cómo recorro el camino”… María “viene”, su principio, su punto de partida, de ser “llena de gracia”, inmaculada… su “término”, su fin, su “destino”, su llegada, la Gracia en Sí misma… su camino, “el canto de alabanza permanente desde su pequeñez”… ¿algo más?… la #rosasinporqué canta permanentemente su pequeñez, ya que viene de la gratuidad y a ella tiende incesantemente… ¿de dónde vienes, a dónde vas?, ¿cómo recorres tu camino?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 1,39-56)…